La crisis económica afecta de manera importante, la práctica de las relaciones sexuales, ya que incide sobre el estado anímico, aumentando el estrés y la ansiedad; disminuyendo significativamente el deseo sexual. Amenazando la estabilidad de las relaciones de pareja.
Estudios concluyen que el estrés económico en la pareja propicia un deterioro y un aumento de la inestabilidad de la relación. Los eventos estresantes, en este caso los problemas económicos, afectan al bienestar personal y, por añadidura, al bienestar de las parejas y las familias. Es un factor de desestabilización que afecta al estado emocional y a la calidad de las interacciones de la pareja siendo estas negativas, dicha inestabilidad emocional conlleva un aumento de los conflictos y las dificultades en la pareja con enfados, violencia, críticas y disminución del apoyo en ella.
A nivel individual los problemas económicos se relacionan con la pérdida de control personal, baja autoestima, tensión emocional general y con sintomatología ansioso-depresiva. Se tiende a abandonar las actividades de ocio o recreativas, por la falta de recursos económicos, con lo que la calidad de vida disminuye y provoca, muchas veces, la ruptura con sus redes sociales o de apoyo, agravando la situación.
Los vínculos afectivos fuertes y la intimidad entre los miembros de la pareja pueden facilitar la adaptación para hacer frente al estrés. Proporcionar apoyo al que está en paro, escuchar sus preocupaciones, implicarse en la búsqueda de trabajo, mostrar afecto y sensibilidad hacia el punto de vista de la pareja ayuda a disminuir la tensión.
En efecto, el sexo influye de forma positiva en nuestro humor y nuestra salud física: libera endorfinas que nos hacen sentir bien, mejora la autoestima, es un poderoso analgésico, es una gran herramienta para relajarnos y permite estrechar vínculos con la pareja.
Expertos en sexualidad sugieren que el estrés causado por la pérdida de empleo o por problemas económicos interfiere con el funcionamiento sexual adecuado de las personas. A estas crisis económicas se les atribuye la falta de deseo sexual, dificultades para excitarse y para llegar al orgasmo.
Muchas parejas no son capaces de desvincular su vida sexual, de la situación económica de su entorno. La sensación de vivir en crisis provoca en algunos casos disfunción eréctil, según informan los médicos. Dichas disfunciones se relacionan con el estrés que provoca el sentimiento de crisis en las vidas de las personas.
Cuándo las personas se sienten tensas y preocupadas, por supuesto que están más apáticas respecto al sexo y también su cuerpo está menos activo y cansado.
¿Cómo despertar el deseo?
El deseo no se puede forzar. Pero, dentro de la dinámica particular de cada pareja, siempre hay formas por más sencillas que parezcan de retomar el camino y no dejar que esa llama se apague.
- Planea un encuentro sexual: hay que crear momentos, cada uno sabe cuáles son y no hace falta tener mucho dinero para esos ratitos cariñosos que acaban en unión. Haz una cita con tu pareja para salir de la rutina. Prepárale algo sencillo en casa, pero especial. Pide prestado un apartamento en la playa y váyanse un fin de semana. Usa la creatividad y busca el momento.
- Fomenta la comunicación y el entendimiento. Compartan sus preocupaciones para buscar soluciones más convenientes.
- Busca espacios de distracción. Siempre hay actividades gratuitas que proporcionan diversión. Salgan de la casa!
- Estimula y otórgale importancia a las pequeñas caricias diarias. Crean grandes vínculos en la pareja.