Todos hemos experimentado en algún momento el sentimiento de soledad. El ser humano es social por naturaleza, lo cual significa que necesita relacionarse con otras personas. Por muy autónomos e independientes que seamos, las relaciones interpersonales nos aportan seguridad y bienestar, dos aspectos indispensables para mantener un sano equilibrio psicológico.
La sensación principal es de aislamiento, y aunque se tengan múltiples capacidades intelectuales, artísticas o creativas; la necesidad de comunicación y la incomodidad no desaparecen. Es muchos casos, las personas pueden experimentar soledad incluso estando acompañadas, y se sienten incomprendidas y perdidas.
La soledad es el reflejo de una red deficiente de relaciones sociales, en donde las amistades son escasas; específicamente, puede presentarse de dos maneras; una emocional, en la que hace falta un intenso vínculo con otra persona, amigo o pareja, que genere agrado por la vida y seguridad, y otra social, en la cual la persona no se siente integrada a un grupo que le ayude a compartir intereses, alegrías y preocupaciones.
La soledad emocional es un estado mental, al igual que la depresión, la ansiedad o el miedo. Está vinculada a sentimientos de incomprensión, tristeza e inseguridad.
SUS RIESGOS:
Cuando el sentimiento de soledad emocional se implanta, suele traer consigo tristeza, angustia, ansiedad e incluso miedo. Además, el hecho de no tener un apoyo emocional deteriora enormemente la autoestima. Es frecuente que las personas que se sienten solas se sumerjan en un círculo vicioso que les hace perder el interés por el día a día y por emprender nuevas actividades que quizás le ayudarían a conocer a otras personas con las cuales, podría compartir afinidades y valores. En los casos más severos se llega a la depresión.
Además de las consecuencias en el plano psicológico, el sentimiento de soledad también se ha vinculado con un debilitamiento del sistema inmunológico. Desempeña un rol esencial en la aparición de enfermedades como la diabetes, la artritis y el Alzheimer. Asimismo, numerosas investigaciones han demostrado que no contar con apoyo social, aumenta de manera significativa la mortalidad ante diferentes enfermedades. De la misma manera, quienes cuentan con personas que les apoyen, se recuperan más rápidamente de las intervenciones quirúrgicas y de muchas patologías.
TIPS PARA ENFRENTAR LA SOLEDAD:
- Cambia el significado que le das a la soledad. La soledad también se puede disfrutar, puesto que nos permite tener más tiempo para nosotros, nos ofrece una oportunidad para redescubrirnos y un espacio para cambiar los objetivos que tenemos en la vida.
- Asume una actitud proactiva. Debes invertir una parte de tu tiempo en establecer relaciones con nuevas personas. Iniciar o retomar algún curso, actividad deportiva o artística, ya que suele mejorar el estado de ánimo, además de que facilita la convivencia con quienes poseen aficiones similares.
- Aprende a disfrutar de tu compañía. Ir al cine, leer libros o revistas, escuchar música. Salir a caminar, ir al gimnasio. Busca sentirte bien contigo, practica meditación o yoga.
- Toma la iniciativa de entablar nuevas relaciones. Cambia tu rutina diaria, introduce pequeños cambios y vive un día a la Cambia los lugares habituales que visitas. Busca intereses distintos. Puedes determinar qué personas te interesan, y luego elaborar una estrategia para contactarlas.
- Fíjate nuevas metas, persigue y alcanza tus sueños, es decir tienes que realizar acciones para conseguirlo; no es soñar y punto, sino actuar. Cambia tu estilo de vida.
- Aprende a consentirte. Regálate cosas, cómprate un pasaje de avión y emprende nuevos caminos, toma unas vacaciones, trata de visitar sitios desconocidos, disfruta de las cosas simples. Prémiate con algo que te agrade.
- Busca dentro de ti y determina qué tipo de soledad es la que sufres y a qué circunstancias se debe.
- Pierde el miedo a mirar dentro de ti, y afronta la necesidad de saber cómo eres: ilusiones y ambiciones, limitaciones y miedos, además de evaluar honestamente tu autoimagen.
- Deja el miedo al rechazo es un freno para entablar nuevas amistades o amores.
- Deja a un lado la actitud de víctima, pues aunque el mundo resulta en ocasiones cruel y materialista, con certeza hay muchas personas que desean conocer a alguien como tú.