“Todos los pensamientos producen forma en algún nivel”. Un Curso de Milagros
En el universo todo es energía, y nuestra función es ser creadores. Todos los pensamientos que tenemos en la mente, van creando nuestro mundo en un proceso constante. Cada situación y experiencia que vivimos, se originó con un pensamiento. Pensamientos y sentimientos son fuerzas creativas invisibles que nos conducen a experiencias en el mundo físico.
Resulta muy útil estar atentos al movimiento de la mente y observar en qué pensamos durante el día; sobre todo en los primeros minutos luego de abrir los ojos en la mañana, y también antes de irnos a dormir. También que sepamos que no siempre somos conscientes de todos los pensamientos que tenemos. Algunos operan en el subconsciente, como programas, activando en nosotros creencias y emociones que generalmente pertenecen a experiencias del pasado, y que influyen en nuestras decisiones y estados de ánimo.
Por eso meditar, escucharnos y observarnos, ayuda a estar más atentos a lo que pensamos, y a volver a elegir. Al darnos cuenta de nuestras formas de pensar, tanto personales como colectivas, podemos comenzar a elegir qué creencias queremos sostener. Qué ideas nos llevan hacia adelante en el camino y cuáles retrasan nuestro crecimiento; cuáles nos hacen sentir alegría y cuáles no, qué pensamientos o sentimientos crean la realidad próspera que queremos, y cuáles nos limitan. Eso se llama crear a consciencia.
No importa cuánto tiempo hayamos sostenido una idea en nuestro pasado, si ahora nos produce malestar, esa es la alarma que nos indica que es el instante de soltarlo. Todo pensamiento que produce un sentimiento negativo, déjalo ir.
La clave es estar en el presente; que en definitiva es el único tiempo en el que siempre estamos. Con la atención en el ahora, nos liberamos de las ilusiones del pasado y el futuro. De esa manera abrimos las puertas a las infinitas posibilidades que el universo nos ofrece, sin limitarnos. Vive en nosotros un poder ilimitado. Ese poder, guiado por una mente cristalina y conectada con la divinidad, puede lograr grandes maravillas. Y esto es un don que todos tenemos. Un pensamiento que cura, es un milagro; nada en el mundo sana como el amor. Y el amor sana al mundo.