Durante el embarazo, las hormonas se alborotan, nuestra vida cambia y de golpe llegan a nuestra mente un sinfín de preocupaciones. Los miedos durante los nueve meses son distintos, de acuerdo al trimestre. Mientras unos desaparecen, surgen otros nuevos. Lo importante es que el temor no paralice a la futura mamá y que se los comunique a su médico, a fin de sentirse más tranquila.
Miedos frecuentes durante el embarazo:
1. Miedo a sufrir un aborto
Siempre existirá el temor a que el feto no esté bien, a que el embarazo no avance adecuadamente, o que se produzca un aborto espontáneo. El miedo se explica debido a que el aborto natural se produce por causas no intencionadas y es muy difícil de prevenir.
No es lo habitual. La mayoría de los embarazos transcurren con normalidad. El riesgo de padecer un aborto es menor del 20%. Recuerda que por lo general, transcurren en las primeras semanas de gestación, cuando muchas mujeres desconocen que están en estado y no son conscientes de que han abortado. A partir de la octava semana el riesgo disminuye. Las probabilidades de tener un segundo aborto son muy bajas, aproximadamente del 3%.
2. Miedo a que el parto se adelante
Tener un parto prematuro es algo que nos preocupa en especial, en el tercer trimestre, cuando el momento se acerca, pero el feto aún no está preparado para nacer.
Es natural que la idea de dar a luz, antes de la 37ª semana te inquiete. El número de partos prematuros ha aumentado considerablemente, concretamente un 43% en la última década. La mayoría de los bebés prematuros nacen entre la semana 34 y 36, cuando las posibles complicaciones no implican gravedad o son prácticamente inexistentes. El índice de supervivencia es muy alto. Igualmente el hecho de que un bebé nazca de manera prematura no implica necesariamente, que tenga secuelas en su desarrollo o crecimiento.
3. Miedo a que el bebé tenga un defecto de nacimiento o algún problema de salud
Como la mayoría de las futuras mamás, aguantarás la respiración en cada prueba prenatal, esperando que ésta demuestre que tu niño está sano y desarrollándose con normalidad.
La posibilidad de que el bebé tenga algún defecto es tan sólo del 4%, donde se incluyen también los de menor gravedad. La mejor forma de proteger a tu hijo es siguiendo a cabalidad las recomendaciones de tu médico. Además, los problemas relacionados con la anatomía de tu bebé o su desarrollo, normalmente son identificados en la primera fase del embarazo, de modo que cuanto más tiempo pase sin detectarse alguna anomalía, más segura podrás sentirte.
4. Miedo a padecer de una enfermedad
Existen algunas enfermedades asociadas al embarazo como la preeclampsia o la diabetes gestacional. La preeclampsia se presenta en un porcentaje bajo de embarazos, entre el 5 y el 15% y es más común en primerizas, mujeres menores de 18 años o mayores de 35, partos múltiples, con antecedentes de hipertensión, etc. Las causas no se conocen con exactitud, sin embargo, existen numerosas teorías no comprobadas que incluyen factores genéticos, alimenticios, vasculares y autoinmunes.
Respecto a la preeclampsia, en el caso de que pertenezcas a algún grupo de riesgo, tu ginecólogo llevará un control exhaustivo de tu embarazo desde el principio. Alerta a tu médico ante el menor síntoma: visión borrosa, hinchazón repentina de manos y cara, aumento súbito de peso, dolor de cabeza, mareos, dolor abdominal, etc. Así podrá ser detectado a tiempo. En cuanto a la diabetes gestacional, entre el 2% y el 4% de las mujeres embarazadas la padecen. Es una dolencia temporal que raramente presenta síntomas y si lo hace, éstos se muestran de forma leve, por lo que es difícil pasarlos por alto. Esta diabetes se diagnostica en las pruebas rutinarias que suelen hacerse entre la semana 24 y 28 semanas.
5. Miedo a no comer lo suficiente por las nauseas y mareos constantes, y el bebé esté mal alimentado
El bebé se beneficia del cuerpo de la madre absorbiendo todos los nutrientes necesarios de los alimentos que esta ingiere, por escasos que estos sean. Sin embargo, si la situación perdura consúltalo con tu médico. Él podrá indicarte el tratamiento indicado.
6. Miedo a desempeñarme como una buena madre
¡Confía en tu instinto maternal! No hay una guía para ser buena mamá, lo importante es que puedas volcar todo tu amor y cuidado en tu hijo. Irás creando tu propio estilo, que te hará una mamá especial y única.