No todas las personas tienen la misma fortaleza para enfrentar una ruptura amorosa. Para algunos puede resultar sumamente devastador, e incluso tal experiencia puede desencadenar en ellos una leve depresión ya sea por el impacto de sentirse rechazados por la persona que aman, por miedo a la soledad o porque quizás se sientan culpables por la ruptura. Lo cierto es que, sea cual fuese la causa, esta debacle anímica se puede superar.
Todos tenemos la capacidad para superar las situaciones más adversas y hallar una forma de ser feliz al margen de la persona amada. Nuestra felicidad depende de nosotros y no de la persona que tenemos a nuestro lado. ¡Ser feliz es nuestra elección!
¿Cómo salir de la depresión por un amor no correspondido?
- Pisa el freno y detén la espiral negativa
Todo pensamiento genera una respuesta de parte de nuestro cuerpo; en este caso, esa emoción de tristeza y de rabia a la vez que estás sintiendo, tiene su origen en tus pensamientos. Por lo tanto, no tiene ningún sentido martirizarte al seguir pensando en la persona que te ha rechazado o que ha decidido no seguir a tu lado. Darle vueltas al asunto, buscando culpables o tratando de hallar alguna explicación, hace que tu depresión se retroalimente y crezca como un monstruo en tu interior.
- Busca y aprovecha al máximo las distracciones
Para detener la caída libre, cambia el ritmo. Involúcrate en actividades que no requieran mucha concentración de tu parte, pero que te permitan distraer tu mente y ocuparla en otras cosas. De esta forma desviarás el foco de tus pensamientos lejos de tu depresión.
Es un buen momento para cultivar tus aficiones y descubrir nuevos intereses, ver tus películas favoritas o pasear con un amigo(a) de cuya compañía no disfrutas hace tiempo. Cuando el ánimo está bajo, hay que hacer algo para llevarlo a la cima. La acción es siempre el mejor antídoto para el abatimiento y la negatividad.
- Acepta la decisión de la otra persona
La aceptación es la clave para superar cualquier circunstancia que nos quiera mantener atados al dolor. Acepta que esa persona ha hecho una elección a la cual tiene pleno derecho. La mayoría de las veces la depresión surge porque tu corazón no acepta que ya no te quiere. Pero recuerda que el amor no se obliga, el amor es un sentimiento espontáneo, nadie puede mandar en el corazón de otro. Por el contrario, agradece la sinceridad de la otra persona al liberarte de una relación en la cual no estás siendo correspondido como te lo mereces.
- Explora nuevas alternativas
Si tu relación ha sido larga, probablemente has olvidado el placer que se siente al realizar algunas actividades en solitario o quizás habías dejado a un lado algunos de tus objetivos personales. Es hora de que sigas con tu vida y vuelvas a disfrutar de actividades que hasta ahora estaban olvidadas. Es un buen momento para cultivar nuevos intereses y ampliar los que ya tenías, además de buscar hacer algo productivo con ellos. ¿Por qué no retomar esas clases de danza a las cuales más nunca volviste por falta de tiempo?, o ¿hacer ese viaje que desde hace rato ronda en tu cabeza, pero que no habías podido concretar? No deseches la posibilidad de abrir tu corazón de nuevo a otras personas…no sabes si a la vuelta de la esquina, en el momento menos pensado, te está aguardando esa persona especial que deseas y que te mereces.
- Busca la lección
En toda experiencia siempre hay una lección para que nuestra alma desarrolle todo su potencial, solo que la mayoría de las veces el orgullo y la soberbia no permiten que la descubramos. Ser rechazado o sentirse abandonado puede no ser agradable, pero cuando nos sucede, siempre existe algo que aprender sobre nosotros mismos o acerca de las relaciones.
Para que una experiencia nos resulte menos dolorosa hay que tener presente que todo cuanto nos pasa tiene una razón de ser. Busca la lección que esconde esta experiencia y aplícala a relaciones futuras. Todo cuanto nos sucede nos fortalece y si somos humildes de corazón, nos enriquece y nos hace mejores seres humanos.
- Busca apoyo en alguien de confianza
Puede ser tu madre, un amigo o un terapeuta, pero que sea alguien con quien te sientas cómodo(a). Siempre es bueno exteriorizar nuestros pensamientos. Si algo he aprendido a través de mi experiencia manejando la depresión, es que cuando verbalizamos nuestros pensamientos negativos, cuando los escuchamos, a veces solo eso basta para que reaccionemos al darnos cuenta de que muchos de ellos casi siempre son poco realistas y muy extremistas. Al explicar a los demás lo que sientes, la carga se vuelve menos pesada y es más fácil seguir la marcha. Pero por favor, huye de los amigos tóxicos. Aquellos que solo van a alimentar tu rabia y tu frustración. En estos momentos realmente no los necesitas.
- Involúcrate con tu entorno
Deja que duela, llora todo lo que puedas, pero no permitas que la tristeza se quede en ti más tiempo de lo necesario. Ten presente que la vida no se para, continúa. La depresión puede hacer que nos aislemos y que solo queramos estar en nuestra casa, arropados entre las sábanas, sintiendo lástima de nosotros mismos. ¡Nada de eso!…vamos, a levantarse, arreglarse y salir a la calle.
¡Relájate! No pienses que el tiempo para ti se agota. De seguro en tu camino te aguarda una persona más afín contigo y que estará dispuesta a caminar a tu lado.
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