Los próximos artículos que escribo para TuEstima, están asociados a un modelo con el que trabajo desde hace varios años. Ha sido sumamente útil, en mi vida y también he visto su efecto en los muchos clientes que participan en los talleres o a nivel privado en consulta. Se trata del Proyecto Internacional de Autoestima, que es un modelo, un mapa con 10 caminos, que al practicarlos, recorrerlos, nos ayuda a transformarnos del potencial que todos tenemos hasta convertirnos en lo que realmente queremos ser y como consecuencia materializar lo que queremos tener.
Cuando este trabajo llegó a mis manos, de su creador Bob Mandel, muchas cosas tuvieron sentido. Sabía que tenía una autoestima debilitada, pero realmente no sabía qué hacer para resolverlo. Entonces, este modelo fue perfecto al mostrarse como una herramienta práctica, con pasos, un verdadero ABC que me guió a ver las áreas donde debía mejorar.
Quiero compartir todo este modelo contigo con el deseo de que te inspire, te ayude a entender que tienes la libertad de ser quien realmente quieres ser, que mereces que te ocurran cosas buenas en la vida y estar rodead@ de gente integra, gentil, que te valore y todo esto como consecuencia, como reflejo del amor por ti (no como un ejercicio mental, sino como un genuino sentimiento de valoración por el ser humano que eres).
Uno de los regalos de este modelo es involucrar al otro, a ese ser que está a tu lado, bien sea por toda tu vida –como puede ser tu familia- o una persona que va contigo en el ascensor y no volverás a verla. Saber que una autoestima real no te coloca por encima de nadie (ni por debajo tampoco) sino que muy por el contrario, somos al mismo tiempo todos únicos y de igual valor. Entender que los otros seres que encontramos en nuestro camino son enviados para acompañarnos e impulsarnos en nuestro desarrollo y evolución. Bajo esta perspectiva, cada interacción se convierte en una posibilidad de dar lo mejor de ti y sacar lo mejor de la otra persona.
Conociendo estos conceptos, casi podríamos decir que es el mundo de nuestros sueños, el que anhelamos para vivir, pero que no vemos hecho real en estos momentos. En mi caso, no puedo responder por los demás, sólo se que tengo el compromiso de ser mejor y de esa forma he ido construyendo un entorno donde cada vez soy más feliz, me siento mejor conmigo, con quienes me rodean, tengo maravillosas relaciones y el éxito que deseo a nivel laboral. Entonces, puedo dar fe de que puedes construir ese mundo para ti.
Si lo que has leído hasta aquí llama tu atención, te invito a que me acompañes a este recorrido y que practiques lo aquí planteado. Así te sumarás a muchos otros que ya lo han hecho y poco a poco haremos realidad esa comunidad, ese país, ese mundo que queremos para nosotros.
1er camino: La ruta hacia la Auto-aceptación: Si bien estos caminos no deben ser recorridos en el orden en que son enumerados, definitivamente este es el que da los fundamentos para los siguientes.
La auto-aceptación tiene que ver con reconocer y aceptar ese ser que eres. Y no de la boca para afuera, sino como una sensación interna y sólida de: “esta es la/el que soy”. Desde niños nos han inculcado que la gente nos amará SI… condicionando lo más anhelado para nosotros: el amor. Uno de los aprendizajes más primarios que tenemos grabados en nosotros es, que si hacemos lo correcto nos quieren y si hacemos lo incorrecto somos desaprobados y por ende perdemos el amor de quienes nos importan. Así, una y otra vez, aprendimos a hacer lo que se espera de nosotros, en lugar de lo que nosotros queríamos. Nos hemos acostumbrado a sernos infieles, haciendo no lo que dicta nuestro corazón, sino lo que se debe.
Este condicionamiento es tan marcado, que a veces ya no recordamos quienes somos, las cosas que nos gustan de nosotros. También nos hemos avergonzado tanto de nuestros defectos, que los hemos escondido hasta ya ni siquiera ver donde están. En definitiva, nuestra vida se ha vuelto un pretender que somos lo que los demás quieren, tanto a nivel físico, como intelectual e incuso emocional. Los hombres no lloran, las mujeres debemos ser flacas como las modelos, en los treintas debes estar casado y con apartamento, etc. Así son innumerables las ideas que nos han inculcado y en ese deseo de ser aceptados hemos tomado esas creencias como nuestras, apartándonos de quien verdaderamente somos y lo que ciertamente queremos. El resultado, la infelicidad, incluso cumpliendo muchas de estas “metas” autoimpuestas.
La auto-aceptación es un proceso, donde te permites mirarte completamente, con todo lo bueno y que te gusta de ti y también con aquellas partes oscuras con las que no te sientes satisfech@. Verte, reconocer que todo eso es parte de lo que eres, es el inicio para hacer cambios importantes en tu vida. Aceptarte completamente, abrazar incluso tus errores, en lugar de criticarte y juzgarte duramente, es la propuesta. Hemos creído que la crítica es lo que nos hace ser mejores, cuando la mejor gasolina para cambiar es tu amor por ti, no tu rechazo. Así que llegó el momento de cambiar, empezando por aceptar ese ser que eres hoy.
Tips para recorrer esta ruta hacia la Auto-aceptación:
- Haz un balance de ti, una lista de atributos y áreas a mejorar. Al terminarla, revisa si es más fácil para ti ver tus “defectos” que tus “virtudes”, si rápidamente pudiste escribir o tuviste dificultad para identificar tus características. ¿Qué te dicen esas observaciones de ti?
- Cuando te des cuenta que te estás criticando duramente, cambia, toma una respiración profunda y repite: esta vez no salio como quería, pero se que puedo hacerlo mejor. Ten amor y compasión por lo human@ que eres.
- Frente al espejo, mírate a los ojos, conecta contigo, no con la parte física, con tu ser completo y repite: Me amo y acepto tal cual soy, te amo y acepto como eres.