¿Atraviesas un momento de gran desafío? ¿Vives en un país donde hay caos y convulsión? ¿Sientes que no hay manera de lograr aquello que quieres? Escribo este artículo desde Caracas, en otra de las duras semanas que nos ha tocado vivir. En mi deseo compartir mi experiencia te puedo decir que -a pesar de que pudieras no ver salida a una situación- mientras hay vida hay esperanza.
Siendo que estás vivo, aunque tus fuerzas flaqueen, tus ánimos caigan y emociones estén revueltas, ese deseo de lograr aquello que anhela tu corazón todavía está allí. Y sigues siendo responsable de alcanzarlo. Así que aquí espero compartir contigo tips para avivar tu esperanza y que renueves tus fuerzas. Quiero ayudarte a buscar nuevas formas de alcanzar lo que deseas individual o colectivamente.
Usar el silencio y regresar a tu interior para encontrar salidas.
A veces estamos tan embotados y desesperados por lograr algo, que nos enceguecemos. Imagina a alguien tratando de empujar una pared, y por más fuerza que aplique, esta no se mueve. Empujar con más y más fuerza no siempre nos va a llevar a que esa pared se mueva.
Entonces, ¿qué sugiero? en los momentos donde hay más tensión o frustración, es bueno soltar, recogerse y reevaluar la situación. Esto para nada es abandonar o rendirse, sino es hacer una pausa que te permita tomar aire e intentarlo de nuevo desde otro lugar y otra energía. En tu interior está una chispa de Dios, con toda su sabiduría y amor. Si logras conectar con ella, podrás ver otras opciones, podrás acceder a mucha información que antes ni habías considerado. Nuestra creatividad viene de Dios. Al conectarnos con esa chispa divina podemos encontrar nuevas formas de abordar lo que nos ocurre. Así podemos llegar a la resolución o a lograr ese objetivo tan anhelado.
A veces esto pudiera lucir muy difícil, porque creemos que sólo haciendo podremos conseguir lo que queremos. Pero créeme conectar con tu interior te ayudará a abordar las cosas de manera distinta. Entonces bien vale que hagas un alto, te alejes del ruido de afuera, respires profundo y te quedes en silencio, contigo. En este caso, la meditación o la oración pueden ser herramientas muy valiosas. Si no lo has practicado antes, es tu mejor momento para comenzar.
Deshacerte de emociones que te intoxican.
Ante situaciones de gran desafío es preciso aplicar nuestra inteligencia emocional. Reconocer lo que sentimos, sin permitir que esto nos arrope y nos lleve a un espiral de malas decisiones que te alejan del objetivo inicial. A veces no sabemos qué hacer con nuestras emociones y en situaciones extremas, estas son nuestros peores enemigos. Cuando estamos frustrados, rabiosos o deprimidos, si nos dejamos llevar, podemos gritarle a alguien querido, pelear como una manera de desahogarte y hacer más difícil el escenario en el que nos desenvolvemos.
Hay quienes dicen que hay que controlar las emociones, tampoco creo que eso sea inteligente. Reprimir lo que se siente, es algo que daña el cuerpo e incluso puede producir una afección. Inteligencia emocional es conectar con tu parte física, reconocer la emoción que estas sintiendo, incluso verbalizar lo que te ocurre (no tiene que ser a otra persona, sino un dialogo contigo) y no usar a un individuo o situación para vaciar esas que son tus emociones.
Si sientes rabia, puedes poner tu cara sobre un cojín y gritar tan fuerte como puedas. También puedes ir a un jardín o montaña y gritar. El ejercicio físico es otro instrumento que puedes usar para volcar tus emociones. Por otra parte, si estás triste pero las lágrimas no salen, ponte debajo de tu ducha y mientras sientes las gotas de aguar recorriendo tu piel, permite conectar con la tristeza y que salgan las lágrimas.
Refuerza tu conexión con Dios para avivar tu esperanza.
Me resulta muy difícil vivir momentos de tanta incertidumbre sin la certeza de que hay algo o alguien más sabio que yo moviendo nuestros hilos invisibles y orquestando todo para nuestro mayor bien.
A veces se puede ver horror y oscuridad y pensar que Dios se ha ido, pero yo elijo creer lo contrario. La idea que tengo de la Divinidad es que como una Madre/Padre amoroso nos guía. Los padres sabemos que nuestros hijos deben aprender y a veces que hay desafíos que no podemos resolver por ellos, pues representan los retos de su vida. De la misma forma, situaciones complejas que enfrentamos no son un castigo de Dios, sino un aprendizaje que nos puede llevar a un estado de mayor consciencia.
La conexión con Dios no ocurre de la nada, es como un músculo que debes ejercitar. Elige acercarte a Dios.
Mi mensaje final es que todo ocurre por una razón y tenemos lo que se necesita para afrontar y superar lo que sea que estemos viviendo. Sé que Dios nos lleva a buen puerto y si estamos atentos a las señales, lograremos esos anhelados sueños. Así que ¡adelante!
“Esperanza es un estado de la mente, no del mundo. La esperanza en este profundo y poderoso sentido es… una habilidad para trabajar por algo porque es bueno”- Vaclav Havel.
Artículos de este y otros temas de la misma autora, puedes encontrarlos aquí en www.tuestima.com y en www.carlaacebeydesanchez.com