Parece que te están dedicando un piropo, pero es un regalo envenenado que contiene una crítica que provoca inseguridad. ¿Quieres saber en qué consiste este neologismo amoroso?
El negging es una descalificación sutil que afecta a la autoestima. Se trata de un comentario, supuestamente inocente, en el que se lanza algo parecido a un halago pero que en su interior contiene una carga de profundidad. Pongamos un par de ejemplos para entender la cuestión: «Aún tienes buen tipo para la edad que tienes» o «Me gusta este vestido, lo he visto a varias chicas, debe estar de moda». La víctima del negging no se puede ofender, porque no le están diciendo nada en principio insultante, pero le está restando seguridad, que es el objetivo final de la táctica.
El término viene de neg (negativo en inglés) y empezó a popularizarse en los 90.
La táctica de la manipulación
La chica que sufre negging (también puede ser un chico, pero es una técnica que habitualmente emplean los hombres) duda de sí misma y en ese momento es más manipulable. Se sitúa en un escalón inferior y por tanto la persona que ha proferido el negging se sitúa en uno superior. Para intentar recuperar la autoestima, intentará agradar al otro y, por tanto, será más proclive a hacer lo que el otro desee y también a idolatrar a esa persona.
Varios estudios demuestran que cuando alguien se siente inseguro, cree no merecer la atención de los demás y baja el listón ante cualquiera que le haga un poco de caso.
Tipos de negging
Hay tantos como malicia tenga su autor. Los de manual son: «Te queda bien esta camiseta, pero no creo que el verde sea tu color» o «Tienes la cuarta sonrisa más bonita que he visto esta noche». El que profiere el negging se arroga el valor de juzgar, de establecer parámetros y por lo tanto, de forma muy sutil, tiene el poder en la pareja. Se trata de una manipulación tan sutil que es difícil de detectar y eso es precisamente lo que hace que sea tan peligrosa para quien la padece.
La principal arma
Ser consciente. A partir de ahí, se puede huir o enfrentarle. Pero, sea como sea, la conclusión es la misma: «Adiós, muy buenas».
Si deseas leer más: https://bit.ly/2KBGiet