“Mi ex y yo terminamos, pero sigue buscándome y terminamos en la cama. Cada vez me siento peor, ya no sé qué somos. Y quiero salir de eso”
INTRODUCCIÓN AL ARTÍCULO:
La mayoría de las personas que vienen a mi consulta con este tema son mujeres, pocos hombres se inconforman con la idea de los privilegios sin compromisos, aunque también los hay, en este artículo nos enfocaremos en “ellas”
“Jon y yo terminamos, fue tan difícil para mí porque ya no estábamos bien. Teníamos mucho tiempo distanciados, y al final tomamos la decisión de separarnos. Lloré una semana y después de limpiarme las lágrimas con todas mis amigas, al fin decidí asomar la nariz a la vida. Justo cuando estaba decidida a retomar mi vida él me llamó.
Mi corazón se aceleró, -¡Es él!- Pensé. Contesté el teléfono y me dijo que quería saber de mí, que pensaba en mí y que quería verme.
Yo quería lo mismo, claro. Así que nos vimos, como si tuviéramos una eternidad separados y terminamos enredados en las sábanas. El tiempo parecía haberse detenido, éramos nosotros otra vez.
Al rato nos despedimos, pero después ya no me llamó. Tampoco respondió mis llamadas. Me sentía peor que antes, así que fui a buscarlo.
No había llegado a la esquina de su casa, cuando lo vi subir a un auto, él tomaba a la chica de la cintura, evidentemente eran pareja.
Me derrumbé
Tuve una regresión inmediata de la última vez que nos vimos, todo lo que dijimos. ¿Por qué? ¿Por qué? Mi cabeza no dejaba de preguntarse: ¿Por qué?
Tenía la intención de gritarle, sacar mi dolor y mostrarle a “ésa otra” que él era para mí. Le iba a gritar que estuvimos juntos así que no podía amarla, así que me incorporé y fue entonces cuando pasó: Mi mejor amiga me había visto de lejos y había visto lo mismo que yo. Ella me detuvo, y después de un rato de platicar en mi casa, (no supe cómo llegamos) acepté buscar ayuda.
Así llegue con Shala, y me dijo que él volvería a buscarme. Y así fue. Mi pregunta cuando llegué con ella fue la misma de aquél día: ¿POR QUÉ?
¿POR QUÉ?
En efecto es una pregunta recurrente de las mujeres que vienen a trabajar su relación rota de pareja.
Primero, hay que entender que entre ambos se forma un vínculo que les hace pensar que ambos “se pertenecen”.
Segundo, la mente no admite una línea de tiempo que registre el pasado del presente o el futuro, eso hace difícil apegarse al plan original después de una ruptura: avanzar
Volvamos al primer punto.
Este vínculo, le hace creer a la mente que “TIENE” algo (alguien) y que es suyo. Y la mente ODIA PERDER. Superar las pérdidas para la mente es un proceso evolutivo tremendo, y se puede manejar mejor cuando se desarrolla la consciencia.
Mientras esto no ocurra, se quedará este espacio “abierto”, un círculo sin cerrar, un “pendiente” qué hacer o bien, buscará “llenarlo” con algo más.
Así que, en la relación de pareja, ambos “perdieron” pero a uno de los dos les afecta más.
Y aquí viene lo interesante: Al más afectado, ¿le afecta porque siente amor?
Eso es lo que deseamos creer. La idea romántica de que “sin mí no puede vivir”, “se dará cuenta de que me perdió y regresará a mí”, “me ama y me extraña” etc, son ideas que no nos dejan avanzar, sino que retrocedemos – recalco- HACIA ATRÁS.
En una relación como la de Jon y Diana (Cuyos nombres he cambiado por obvias razones) ambos acordaron la separación. Y ninguno de los dos respetó el acuerdo, ninguno estaba dispuesto a “perder” aunque ya no hubiera nada que ganar.
Entonces….
¿POR QUÉ?
Porque no estamos dispuestos a perder, y perdemos cuando no somos capaces de encontrar nuevas cosas que ganar. Y entonces seguimos sosteniendo “la cuerda” que nos ata al pasado por que no tenemos una dirección a dónde ir, un nuevo plan, un nuevo objetivo, y nos da miedo caminar a ciegas hacia adelante.
El romance es una buena cuerda, dejemos claro eso. Enamorarse está bien, sentir amor, confiar y creer que SIEMPRE puedes amar de nuevo, claro que está bien.
Pero cuando se trata de apostar a la misma relación que NO FUNCIONÓ, el primer paso no es regresar a ella, sino trabajar en ella. Puede ser que haya amor, y con ayuda se puede saber si aun hay relación que salvar.
Si no lo hay, hay que entender que el deseo de volver a verse, de estar juntos “como antes” los acechará. Especialmente si el vacío de la relación anterior es demasiado evidente.
Sin NUEVOS acuerdos de pareja, nuevos compromisos, nuevo espacio limpio del pasado con todo y sus errores…no hay mucho que rescatar. No es amor, es miedo de perder.
¿Y si me busca qué hago?
Pídele que trabaje contigo en su relación. Con ayuda, si acepta, quizá haya aún relación que salvar.
Con cariño,
Shala Múgica
NRE (Neuro Reprogramación Emocional y Coaching de parejas)