Tan pronto comprendes que la motivación y la emoción se relacionan íntimamente y se convierten en inseparables, en ese momento logras el aprendizaje necesario para automotivarte.
El hecho de saber qué es lo que te motiva a seguir adelante y cuál es el significado real de motivación puede hacer un cambio magistral de tu vida.
Veamos algunos orígenes o detonantes de la motivación:
- El amor: sin duda el amor a la pareja, los hijos, los padres y a la familia en general, motiva a las personas a luchar y seguir adelante. Por amor a los hijos hacemos hasta lo imposible.
- El Ego: el amor a si mismo, la autoestima y el ego, sobresalir y ser reconocidos, hacen que nos motivemos a ser mejores, dar más de si mismos y superarnos.
- La Recompensa: el ser recompensados por hacer y lograr es un importante motivador para que nos esforcemos y alcancemos los objetivos. Sin duda el dinero, pero también los factores emocionales, funcionan como recompensa.
- El Reto: los seres humanos nos movemos a través de la competencia y el reto. Si nos ponemos un objetivo atractivo y alcanzable, sin duda nos motivaremos a lograrlo.
En cada uno de los orígenes de la motivación que se mencionaron, existe un componente emocional importante. Por ello, la motivación y la emoción hacen equipo y se convierten en inseparables. Si quieres encontrar un motivo para hacer algo, busca un factor emocional y verás que te dispones a actuar.
Algunas definiciones de la motivación:
- Es el proceso que te inicia y te mantiene orientado hacia un objetivo específico.
- Es lo que te hace actuar, ya sea para conseguir un vaso de agua y reducirte la sed o terminar de leer un libro y de esta forma adquirir conocimientos.
- Es el motivo que necesitas para moverte física y mentalmente.
- Es la fuerza interior que canaliza energía ara revertirla a tu exterior.
Se trata de una serie de fuerzas a nivel biológico, emocional, social y cognitivo que activan tu conducta.
Cotidianamente, la palabra motivación es utilizada para describir la razón que tiene una persona para hacer algo. Por ejemplo, se podría decir que un estudiante logra pasar toda la noche estudiando, a pesar del cansancio, porque tiene un nivel muy alto de motivación.
Pero la realidad, es que más que el motivo racional, surge el emocional para darle a la persona el poder de trabajar arduo y mantenerse en la lucha.
La motivación tiene tres componentes principales que son: activación, intensidad y persistencia. La activación podría decirse que es la decisión contundente que se toma para iniciar un comportamiento. La persistencia es el accionar continuo hacia una determinada meta a pesar de las dificultades que se puedan presentar. Y por último la intensidad es el nivel de concentración y vigor que se tiene para perseguir la meta.
Si quieres motivarte, estar activado, persistente e intenso, busca el motivo emocional por encima de todo. Porque la motivación y la emoción son inseparables.