Un momento difícil de superar es sin dudas el divorcio. Llega siempre después de una crisis de pareja y lleva mucho tiempo decidir. Las parejas en problemas son aquellas en las que el amor nunca creció y el individualismo se dio a conocer en su etapa más fuerte. El divorcio involucra a muchas más personas como por ejemplo: a terceros que están vinculados de forma directa a la pareja. La separación implica tristeza, pena, culpa, incertidumbre, depresión y muchos sentimientos negativos que corroen el alma.
En muchos casos afecta el perfil físico de la persona, produciendo así trastornos de la alimentación (falta de apetito o lo contrario), del sueño y estrés físico. Este último puede presentarse en la falta de atención, poca concentración, falta de memoria, y una sensación de soledad.
Cada persona vive de manera diferente el divorcio, porque cada caso tiene factores diferentes que llevaron a la pareja a ese estado…
Todo duelo, toda pérdida conlleva dificultadas o contrariedades más allá de lo sentimental o psicológico, formando parte de la ruptura:
- Los problemas legales
- Los problemas de dinero
- Los problemas de salud
- Los efectos en terceras personas implicadas
El mejor aliado ante un problema como este, es el tiempo, vivir el duelo y luego renacer como el ave fénix. Asimismo, hay que tener presente que debemos rescatar nuestra individualidad, amor propio y fortaleza interior que llevamos dentro. No existe mejor aliado para superar una separación que la autoestima y esta se recupera, iniciando el viaje hacia nuestro interior, descubriéndonos y aceptándonos como seres maravillosos y perfectos que somos.