Nuestra vida pasa muchas veces desapercibida. No notamos lo que pasa por nuestra vida realmente y nos distraemos constantemente cuando vamos hacia otros momentos, hacia el pasado, o hacia el futuro y no estamos viviendo nuestro presente. Esta es la razón principal por la cual no notamos los milagros que están ocurriendo en nuestra vida.
El libro Un Curso de Milagros nos dice: «Todos los milagros son expresiones de amor» , hermoso verdad?
Entonces se trata de darle la bienvenida a ese amor que siempre está tocando a nuestra puerta en diferentes formas.
Desde mi punto de vista, he decidido clasificar los milagros en tres grupos. Esto, es para mí una manera más fácil de entenderlos.
- Reconoce los «pequeños» milagros.
Con esto me refiero a aquello que ves en tu día a día y tomas como lo más normal del mundo. Estos son con frecuente aquellas cosas que hacen que hoy puedas estar vivo, que hoy puedas tener un plato de comida, que hace que hoy tengas personas a tu alrededor que hoy sean tu compañía.
Esos pequeños milagros no los notamos simplemente porque no estamos en el aquí ahora y porque siempre estamos buscando más y más. Y sobre todo, estamos dejando pasar gotas de felicidad, momentos de alegría que se nos presentan día a día gratuitamente y que muchas veces dejamos pasar por alto.
Los milagros que llamamos pequeños se hacen grandes cuando los reconocemos como realmente bendiciones de la existencia. - Reconoce los «grandes» milagros.
El libro Un Curso de Milagros nos habla que «no hay grados de dificultad en los milagros», no hay ninguno que sea más difícil ni más grande que otros. Aquellos milagros que suceden donde reconocemos que definitivamente es una fuerza superior que está entregando una gran expresión de amor, esos milagros, están allí para reconocer la gran expresión de la Divinidad.
Se nos muestra que las posibilidades son infinitas, donde lo que creíamos imposible comienza a suceder. Donde ha estado esto en tu vida? Estoy segura que tienes una buena lista de milagros en tu vida! Así comienzas a recibirlos en tu vida más y más.
Son como una alineación alta a la mayor luz Divina, lo que siempre buscamos con mis alumnos de la Maestría de Vida. Una conexión profunda donde se rompe toda negatividad, toda energía baja y la luz Divina entra en nuestro ser para acortar el tiempo, para derribar el espacio y hacer que las mayores expresiones de amor entren en nuestra vida.
- Los milagros que no nos gustan!
Así es, los milagros también se presentan a través de los momentos difíciles, aquellas cosas que no nos gustan. Puede ser que muchas veces hemos sufrido una pérdida, una depresión, una herida en nuestro corazón causada por una ruptura sentimental, una pérdida de empleo o cualquier situación que nos causa dolor.
Dios no te quita cosas, te libera de ellas.
Estos momentos, estas situaciones llevan un tesoro escondido.
Nos empujan a crecer, nos empujan a entender que el poder no está en luchar sino en soltar, en confiar en una sabiduría más grande que nos lleva a soltar creencias y a romper el caparazón de la dureza para volvernos más humildes y más humanos. Y sobre todo más cercanos a la Divinidad.
Muchas veces, con el tiempo nos damos cuenta que aquello que creíamos difícil ha sido nuestro mejor regalo.
Qué es para mí recibir milagros?
- Abrirse y permitirse recibir milagros.
Con esto me refiero a no cerrarnos sino todo lo contrario, estar abierto a lo imposible, a lo que ni en nuestra imaginación pudiese caber. Confiar en que hay una sabiduría más grande que nosotros dispuesta a entregarnos grandes expresiones de amor.
Confiar que estamos protegidos, dejar el miedo a un lado, y sin duda, creernos merecedores de milagros.
- Dejar el futuro imaginario a un lado.
No me refiero al futuro de planeación, pero si a aquel futuro que ocupa nuestra cabeza y traza nuestra vida sin darle espacio a lo nuevo, a la curiosidad, al ver que regalos la vida nos trae día a día.
Cuando fluyes en la vida, día a día, comenzaras a vivir en más curiosidad, permitiendo así que la vida se despliegue en toda su magnificencia. Igualmente, permitirás que el ahora se exprese en mayor felicidad y este sí que es el verdadero secreto para ser feliz cada día.
Hay mucho esperando por ser entregado, abramos las puertas y creamos que somos merecedores de recibirlos.