Cuando suceden cambios en la vida es un momento precioso, para dejar de llorar y lamentarnos, y para reencontrarnos con nosotros mismos, retomando el diálogo interno, recordando nuestra misión en la vida y la vocación que nos motivaba…
Muchos cambios son simples puertas a múltiples oportunidades que debemos ser capaces de ver, de elegir, de afrontar y de aprovechar.
Cultiva tu vocación, tu misión personal, recupera tu propósito, encuentra un nuevo camino… ponte en marcha.
Recuerda que vives en un sistema inteligente y que te encuentras en el presente, hoy y ahora, para amar y ser amado a través del servicio y de la entrega desinteresada.
Recupera tu propósito y tu felicidad dando, ofreciéndote y haciendo feliz a los demás…
Utiliza los dones con que te ha provisto la vida, esos talentos especiales que posees, para desarrollar tu vocación y generar felicidad.
Trabaja para conocerte a ti mismo y para desarrollar un poder emocional mayor, una espiritualidad que quizás tenías abandonada, que te brindará el poder de cambiar y recuperarte a ti mismo.
Recupera el poder que nace como consecuencia natural del servicio despreocupado a los demás, y el poder mental de reconocerte como ser único, con deseos diferentes y propios… y un camino particular para buscar…
Recupera tu verdadero ser y tu verdadera actividad de vida, aquella que te brinda felicidad y abundancia en el camino.
Recupera tu vocación y tu misión en la vida.