Sobrevivir a un divorcio, en realidad, es como casi todas las cosas que nos van ocurriendo en la vida: es sobrevivir al cambio. Comienzas a preguntarte “¿Qué haré ahora?” o “¿Cómo haré para rehacer mi vida?”. Es una situación que golpea a la autoestima. Nuestra psique se fragmenta y nuestras emociones nos sobrepasan sin poder manejarlas de manera adecuada. No sabemos cómo recuperar nuestro yo.
Aquí te dejo cuatro consejos prácticos que te ayudarán:
-No evadas tus sentimientos: es normal hacerlo, ya que enfrentarlos puede ser demasiado doloroso. Sin embargo, debes intentarlo y así podrás iniciar un viaje hacia el florecimiento de tu ser interior.
-Acepta el cambio: todo en el universo cambia. Resistirte a esta realidad es intentar cambiar lo que no se puede. Esto produce un dolor innecesario y extra. Acepta lo que ocurrió, para poder comenzar a dejar ir.
-Cuidado con tu ego: tu ego es como un niño y piensa en extremos. Para él, la vida pasa de ser maravillosa a ser una desastre natural. Intenta elegir no hacer esto y comienza a proyectar hacia el futuro, una actitud positiva y esperanzadora, aunque en un principio esto pareciese difícil.
-Recuerda que es un proceso: la pérdida es parte de la vida, y el duelo es cómo aceptamos esas pérdidas. El divorcio puede ser una oportunidad para comenzar un procesos de moverte hacia tí mismo, de encontrar un propósito, de crear la persona que tú siempre quisiste ser, y vivir la vida que siempre quisiste vivir.
Y recuerda, para rehacer tu vida, para rescatar tu felicidad, es necesario que entiendas que el futuro está en tus manos, y que lo único que necesitas es persistencia, constancia y voluntad para salir adelante.