Escucha a tu ser. Te está dando continuamente pistas. Es una voz quieta, pequeña. No te grita. Y si callas un poco empezarás a sentir tu camino – Osho.
Estoy seguro de que al menos una vez te has hecho esta pregunta, o algunas relacionadas como: ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Tiene mi existencia algún propósito? ¿Cuál es el camino que debo seguir? A veces estos interrogantes surgen de manera fortuita en nuestra mente, en otra oportunidad son producto de una situación de insatisfacción o frustración porque no nos sentimos a gusto con lo que hacemos.
Más allá de prestar atención al por qué surgen, me quiero enfocar es en la pregunta en sí, y cómo podemos darle respuesta para de esta forma lograr que te sientas más a gusto contigo mismo y le des un nuevo enfoque a la vida que llevas para acercarla, lo más posible, a la vida que deseas.
Considero importante aclarar que la misión de vida no es tu trabajo ni tu negocio, por muy soñados que sean, ni tampoco es tu rol sin importar si eres padre, hijo o esposo.
En su libro “Las siete leyes espirituales del éxito”, el médico y conferencista indio Deepak Chopra habla sobre la Ley del Dharma.
¿Qué dice esta ley?
Nos dice que todos tenemos un propósito en la vida vinculado a un don único o talento especial que al ser compartido y puesto al servicio de los demás experimentamos un estado de júbilo. Estoy de acuerdo con Chopra y me atrevo a ponerme como ejemplo: nada me hace más feliz que poner mis dones al servicio de quien los necesite.
Sin embargo, ocurre que nadie nace con un manual de vida en el que se indique qué hacer y en ocasiones ni siquiera somos capaces de precisar cuál es nuestro don o talento especial. Pero eso no debe desalentarnos. En ocasiones nuestra misión de vida se nos descubre de manera reveladora gracias a un hecho contundente, mientras que otras veces se va revelando poco a poco. Lo que sí es importante tener claro es que es un trabajo interno, en el que podemos recibir guía y ayuda pero sin olvidar que se trata de una tarea personal.
Una manera de encontrar nuestra misión de vida es responder con honestidad las siguientes preguntas. Te propongo hacerlo en un sitio tranquilo, donde puedas relajarte y conectarte con la energía del Universo. Lo ideal es que el descubrimiento de tu misión de vida sea un proceso bonito que te ayude a crecer como persona.
¿Cuáles consideras que son tus talentos?
¿En qué clase de persona me quiero convertir?
¿A cuáles personas admiras o consideras un modelo a seguir y por qué?
¿Qué harías si el dinero y el tiempo no fueran un problema?
¿Cómo quiero ser recordado?
¿Cómo puedo impactar en el mundo de manera positiva?
¿Cuáles acciones del pasado te hacen sentir orgulloso y por qué?
¿Cómo me ayudarán quienes me rodean para llegar a donde quiero?
¿Qué papel juegan mi familia y amigos en el camino hacia mi realización personal?
¿Cuánto más fácil sería el éxito si contara con la guía de las personas adecuadas?