Así se conoce la filosofía nipona de la imperfección de la belleza y la fugacidad de la existencia. Wabi-Sabi es el concepto que busca la belleza dentro de las imperfecciones de la vida y que acepta pacíficamente el ciclo natural de crecimiento y decadencia de todo ser viviente u objeto.
Wabi-Sabi es descrito como una visión estética y una forma de comprensión del mundo inspirada en el budismo y basada en la belleza de la imperfección, en la fugacidad y la no permanencia de la existencia que podría sintetizarse como “nada en la vida dura para siempre, nada es completo y nada es perfecto”. La palabra ‘wabi’ hace referencia a la quietud y la frescura de lo simple, mientras que ‘sabi’ habla de la serenidad que aparece con la edad.
La ilustradora española Amaia Arrazola descubrió esta forma de concebir la belleza que combina la composición minimalista con la calidez de los objetos provenientes de la naturaleza, durante un viaje a Japón para disfrutar de una beca para artistas. Autora del libro “Wabi Sabi” (sin guion entre ambas palabras), para su elaboración se inspiró en la novela del mismo nombre (pero con guion) escrita por el autor estadounidense Leonard Koren en 1994. Aconseja: “Me di cuenta en un momento de mi vida que casi no saboreaba los alimentos porque comía a toda prisa. Hay que parar, saber usar los cinco sentidos que para algo los tenemos. Aprender a respirar. Ser más conscientes”.
“Wabi-Sabi hace referencia a lo imperfecto, lo incompleto y lo mudable de las cosas modestas y humildes, de las cosas no convencionales, y su filosofía consiste en disfrutar del presente y en encontrar la paz y la armonía en la naturaleza y las pequeñas cosas”, señala Arrazola.
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