Les compartimos esta valiosa, útil e interesante información sustentada por estudios.
¿A qué se debe? El procesamiento del dolor cambia con los años.
Hacerse mayor es un privilegio. Vamos acumulando vivencias, sabidurías, metas cumplidas y personas significativas que nos acompañan en el viaje de nuestro ciclo vital. Sin embargo, a los aspectos emocionales y cognitivos se les añaden sin duda la dimensión biológica, la que como bien sabemos nunca actúa a nuestro favor.
Envejecer va de la mano del declive físico y también neurológico.
De ese modo, si el procesamiento del dolor se altera con los años se debe a la aparición de determinados cambios en la estructura cerebral. Asimismo, hay otro hecho destacable. Ha podido comprobarse que cuando el cerebro de la persona de edad más avanzada ha detectado el dolor, los mecanismos inhibitorios que deberían reducir poco a poco esa sensación no actúan. Es decir, ese sufrimiento dura más que en las personas jóvenes.
La hiperconectividad anormal en las personas de edad avanzada
Investigadores del departamento de Neurociencia Cognitivo-Afectiva y Psicología Clínica (CANCLIP) de la Universidad de las Illes Balears, en colaboración con la Universidad de Luxemburgo, descubrieron algo revelador:
- Las personas más mayores evidencian un hiperconectividad anormal en el área somatosensorial primaria, las regiones somatosensoriales y también en las frontales del cerebro.
- ¿Qué implicación tienen esas alteraciones? Lo que sucede es que la sensación de dolor se intensifica y hay latencia a la hora de reducir esa sensación.
- Asimismo, hay otro problema. Esa capacidad de inhibir el dolor aumenta el riesgo de sufrir de dolor crónico, en especial, después de padecer un episodio de dolor agudo.
Las personas mayores no siempre buscan tratamientos adecuados para el dolor.
La Universidad de Washington realizó un estudio en el 2012 que nos invita a una reflexión. Es cierto que el procesamiento del dolor cambia con los años. Sin embargo, hemos asumido socialmente esta realidad hasta el punto de verlo como algo “normal”. Esto hace que muchas personas mayores no vayan al médico porque asuman eso de que “envejecer es aprender a tolerar el dolor”.
La idea de que sufrir ese dolor físico es algo normativo llegada una edad es un gran problema.
Asimismo, este trabajo nos indica que a menudo un paciente de edad avanzada no siempre va al médico para solicitar ayuda. En ocasiones, cuando lo hacen, es común que se le convenza de que el dolor es una parte inevitable del proceso de envejecimiento. Asimismo, y por si no fuera poco, no siempre se les administra tratamientos adecuados.
Una parte significativa de los adultos mayores padecen dolor crónico y en estas situaciones se necesita una respuesta multidisciplinar. De este modo, además de fármacos específicos para este colectivo de edad avanzada, también son útiles la terapia psicológica y la fisioterapia.
El procesamiento del dolor cambia con los años y eso afecta a la calidad de vida
Desde la Sociedad Española del Dolor (SED) definen el dolor crónico como una enfermedad y no como un síntoma. De este modo, puesto que sabemos de qué el procesamiento del dolor cambia con los años y que adquiere estados de cronicidad, es momento de tomar mayor conciencia de esta realidad.
En unas décadas seremos una sociedad envejecida, un futuro demográfico en el cual, el adulto mayor necesitará de mejores estrategias que los actuales para tener una vida digna. Atender el dolor es una prioridad. Sufrir no tiene por qué ser “algo normativo” que llega con los años.
Necesitamos medios para reducir esa realidad, es urgente dotar a nuestros abuelos y padres de mejores y más amplios mecanismos para garantizarles la vida que desean y merecen.
El envejecimiento de la población es un desafío de primera magnitud para el que deben movilizarse recursos médicos, psicológicos y terapéuticos. Porque vivir con dolor apaga la vida.
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/envejecer-duele-el-procesamiento-del-dolor-cambia-con-los-anos/