Hasta el siglo XX se consideraba a los animales como seres no racionales y se interpretaba que no tenían la capacidad de sentir. Un ciclo en Caixaforum de Madrid abre el debate sobre la lógica del amor, también en el animal.
Los animales pueden experimentar sentimientos y emociones similares a los de los humanos. Múltiples estudios ya han demostrado que “Los perros pueden manifestar celos, los peces fiebre emocional o las orcas empatía, Incluso el dolor que sufren los gansos es parecido al de los niños pequeños, como observó el Premio Nobel de Medicina, Konrad Lorenz”.
La ciencia proporciona evidencias convincentes de que, al menos algunos animales, probablemente sienten una gama completa de emociones, incluyendo “miedo, alegría, felicidad, vergüenza, resentimiento, celos, rabia, ira, amor, placer, compasión, respeto, el alivio, disgusto, tristeza, desesperación y dolor”, añade Bekoff. Pero ¿cómo reconocer el amor en los animales?
En busca del amor animal
En el caso de los animales, ¿cómo manifiestan amor sin hablar? ¿Cómo podríamos observarlo? “Si el
amor es apreciar a otro individuo de alguna manera, a través de las relaciones, esta persona lo podría intuir viendo si estamos más en contacto con alguien que con el resto, o hacemos cierto tipo de conductas que están relacionadas con algo positivo. Por tanto, desde ese punto de vista, los animales sí sienten amor”, declara Ana Fidalgo, primatóloga y profesora en la Universidad Autónoma de Madrid. Además, algunos animales ‘adoptan’ a crías de otras especies, que actúan de forma colaborativa o que interactúan para advertir el peligro.
Empatía entre especies distintas
Las relaciones que se establecen entre humanos y animales no humanos, como entre un perro y su dueño, podrían explicarse por medio de la empatía.
“Algunas relaciones son anecdóticas. Otros vínculos de colaboración pueden indicar un beneficio mutuo, como el hecho de avisarse ante la presencia de un depredador. Entre aves y primates existe, por ejemplo, ese tipo de comunicación.
Para Gil Blasco, las relaciones que se establecen entre humanos y animales no humanos, como entre un perro y su dueño, podrían explicarse por medio de la empatía.
Darwin, pionero en emociones animales
Charles Darwin ya propuso en su libro “The expression of the emotions in man and animals” de 1872 una continuidad de las emociones entre el hombre y el resto de animales no humanos. “Se refería a que es una cuestión no de presencia o ausencia, sino de diferencia de grado”, declara Ana Fidalgo.
Darwin sentó las bases de lo que sería la investigación empírica posterior, inspirando a autores convertidos ya en clásicos de la literatura sobre las emociones.
En la actualidad, dependiendo de la categoría de animal de la que se hable, ya se reconoce que las emociones primarias estarían presentes en muchas de las especies. “Entre los individuos de los diferentes grupos de animales se crean vínculos, sobre todo en los que son sociales”, indica Fidalgo.
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