Hay una hermosa película basada en la vida de Nelson Mandela que me ha inspirado mucho. Este clásico, se llama Invictus (Inconquistable) y su nombre viene del poema de William Ernest Henley que sostenía a Madiba en sus momentos de mayor desafío. Una poderosa parte de este dice: “Soy amo de mi destino” y sobre esto quiero ahondar en este artículo.
Mandela se sentía amo de su destino
Este importante líder luchó en contra del racismo en su país, Sudáfrica. Como consecuencia fue apresado y vivió en una pequeña celda durante 27 años. Fue liberado y llego a ser presidente de su país, generando grandes cambios.
Siendo presidente, trataba de motivar al equipo de Rugby de su país para que dieran triunfos, alegrías y unir a los sudafricanos. Así que los jugadores visitaron la prisión donde vivió tantos años. En la celda, el capitán del equipo no entendía cómo Mandela sobrevivió tanto tiempo. Madiba incluso se transformó, conectando con su lado bueno aún en medio de esa terrible experiencia. Mandela compartió que en esos momentos oscuros había un poema que lo sostenía. Aquí las líneas que más lo fortalecían:
“No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma”.
¿Te sientes víctima de tus circunstancias o tu amo de tu destino?
Podrías decir que Mandela es especial y por eso se sentía amo de su destino incluso en una prisión. Sin embargo, él mismo decía que era una persona ordinaria y lo extraordinario fueron sus circunstancias, que lo convirtieron en líder.
La razón por la que escribo sobre esto es porque a veces nos dejamos apabullar por los desafíos que enfrentamos y de alguna manera nos rendimos ante nuestros sueños o metas. Dejamos así de vivir la vida maravillosa para la cual estamos destinados.
Creo que la vida, tanto a nivel personal como colectivo, son ciclos de expansión y contracción, son procesos de nacimiento y muerte. Hay momentos donde todo fluye fácil y debemos aprovecharlos. Pero también hay momentos de reto y obstáculos donde puede ser mucho más difícil lograr los sueños y requieren un mayor esfuerzo de nuestra parte. La vida, está llena de éxitos y también de reveses. Pero en cualquiera de los casos, somos nosotros los que seguimos siendo los que estamos a cargo de nuestra existencia.
Más allá del entorno, el gran reto a nivel individual es tener claro que tu vida siempre está en tus manos. Ojalá sepas que es tu responsabilidad construir lo que quieres que esta sea, hacer lo que te hace feliz y encontrarle sentido a tu existencia. A veces el entorno coopera y a veces pareciera que no está a favor pero, debes recordar que siempre eres tu dueño de tu presente y futuro.
¿Que hacer cuando no te sientes amo(a) de tu destino?
1. Respira profundo (todas las veces que lo necesites). Sientes tus emociones pero no te dejes abatir por ellas. Tu eres más que tus emociones.
2. Aférrate a lo bueno que hay en tu vida. Enfócate en tus bendiciones, búscalas si no ves que estén tan evidentes.
3. Recuerda tus objetivos. Sostén la imagen de aquello que quieres lograr y siente la alegría como si ya estuvieses disfrutando de alcanzar esa preciada meta.
4. Avanza en dirección de tus metas. Si no puedes dar grandes pasos, da unos pequeños, pero no te detengas. Si necesitas hacer una pausa, que sea para evaluar otras opciones que tal vez no habías considerado para lograr lo que quieres. Recuerda, ¡tu creatividad es ilimitada!
5. Busca historias o personas que te inspiren y motiven a ir detrás de tus sueños.
6. Recurre a la fe. Tu conexión con Dios es muy importante. A veces es preciso pedir ayuda divina.
Si sientes que las fuerzas te faltan, ojalá estas líneas te motiven. Y si crees que es muy difícil avanzar, pide ayuda, no tienes que hacerlo sola(o). Aquí estoy, para contagiarte con mi esperanza.
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