La vida en sí misma comporta cambios constantes en todas sus áreas, de allí la importancia de hacernos conscientes de nuestra actitud frente a ellos. Trabajar nuestra actitud, flexibilidad y apertura ante los mismos, determina definitivamente nuestro bienestar.
La actitud juega un papel determinante al momento de afrontar cambios, ya que de ella depende el éxito o fracaso del mismo. Las reacciones de las personas ante los cambios, como una situación nueva y desconocida son: negativas, positivas o neutras.
Cambio significa dejar atrás experiencias conocidas por nosotros y acoger nuevas, tal vez desconocidas. Ese proceso viene acompañado de niveles de inseguridad, miedo y confusión. Estos últimos, nos hacen renuentes al cambio. En efecto, por temor a los riesgos, muchas veces dejamos pasar grandes oportunidades que están inmersas dentro del proceso de cambio. La mentalidad y la actitud positiva abre amplios y prometedores caminos, que nos llevan a aceptar los cambios por más difíciles que sean y nos ayudan a romper viejos paradigmas y creencias, que constituyen una pesada carga en nuestras vidas.
Tips que te apoyarán en el proceso para aceptar los cambios con actitud positiva:
- Modifica o varía tu rutina. Las rutinas si bien es cierto, que crean estabilidad y orden a nuestras vidas; también lo es, que variarlas nos trae apertura a innumerables situaciones e influye positivamente en nuestra actitud frente a la vida. Me permito citar 3 frases del escritor brasilero Paulo Coelho, alusivas a ella: “Si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina que es mortal”. “Lo que ahoga a alguien no es caerse al rio, sino mantenerse sumergido en él”. “Si eres valiente para decir adiós, la vida te compensará con un nuevo hola”.
- Acepta lo desconocido y atrévete a probar nuevas actividades. Prueba inscribirte en un curso cuyo contenido desconoces, pero crees puede ser interesante, inicia una nueva actividad deportiva, toma rutas diferentes hacia tu casa o trabajo, prueba restaurantes o alimentos desconocidos, arriésgate a conocer a nuevas personas.
- Abandona tu zona de confort. Si tienes miedo de conocer gente nueva, acepta las invitaciones de familiares y amigos, participa en eventos que te agraden, toma la iniciativa y llama a un viejo amigo o amiga y proponle ir a tomar un café u otra actividad. Hazlo con regularidad y poco a poco experimentarás que te sientes mejor contigo misma, más entusiasta y abierta a lo nuevo.
- Evita los juicios y críticas anticipadas. Primero descubre, conoce y prueba y luego decides y tomas una decisión, no a la inversa. Te sorprenderás la cantidad de veces que nos equivocamos al emitir juicios a priori.
- Parte del criterio de que todo en la vida, sin excepción, tiene aspectos positivos y negativos. Se trata de elegir de manera equilibrada ante las opciones que se nos presenta, cual es la que nos hace más feliz y que aspectos se nos hacen más fácil de sobrellevar. A modo de ejemplo: Un soltero deberá elegir entre la tranquilidad y la libertad que le brinda vivir solo o sacrificar alguno de estos aspectos, por las implicaciones de una vida en matrimonio. Ambos estatus conllevan ventajas y desventajas, se trata de tomar la decisión que mayor felicidad conlleve para nosotros.
- Inclínate por los “SÍ” en lugar de los “No”, siempre que esos “Sí”, no impliquen decirte “No” a ti mismo. En otras palabras, ábrete a todos los sí que te traigan bienestar. Acepta invitaciones, únete a grupos deportivos o culturales, únete a un club de lectura, escoge un pasatiempo nuevo, viaja, aprende otro idioma.
¡Ábrete a la vida y fluye con ella!