En muchísimas ocasiones sentimos que nuestra mente, está acelerada. Pareciera una licuadora prendida a la más alta velocidad y que no se apaga. Se nos repiten una serie de pensamientos, que nos hacen sentir inquietos y muchas veces nos impiden un sueño plácido y reparador. Incluso, nos despertamos varias veces en la noche, sintiéndonos agobiados.
La situación anterior, afecta la salud integral. Dificulta la posibilidad de sostener una actitud positiva, sentirnos optimistas hacia los acontecimientos de nuestra vida y por supuesto, afecta nuestra capacidad para enfrentarnos a los retos que plantea la cotidianidad.
Quisiéramos gritarle a nuestra mente ¡PÁRATE!.
Nos han encargado un proyecto muy importante y nos despistamos con cualquier excusa; hemos discutido fuertemente con nuestra pareja y estamos pensando las 24 horas es eso; estamos molestos por alguna situación laboral, y pasamos día y noche pensando y hablando sobre nuestra molestia. Tenemos la mente sobresaturada de pensamientos. Es indispensable calmar la mente.
En efecto, las culturas orientales sostienen que el secreto de una vida feliz, es una mente feliz, a la cual llegamos calmando nuestra mente. Es como si se tratara de “domesticarla” para que esté de nuestro lado y no en nuestra contra.
Si bien es cierto, que la práctica por excelencia, para calmar la mente, es la meditación, cuyos resultados beneficiosos se encuentran plenamente comprobados, aquí vamos a compartir unos tips sencillos para dejar de pensar en aquello que te atormenta o para “limpiar” el cerebro periódicamente, aunque sea por breves espacios de tiempo.
1. Cinco minutos imaginándote el mar
Quédate en una habitación a solas, cierra los ojos e imagínate la orilla del mar, visualiza las olas, evoca el sonido, incluso el viento. La temperatura del ambiente, el cielo y lo que le rodea como marco. Pero, enfócate en las olas y su sonido. Realiza este ejercicio por 5 minutos.
2. Ejercicio al máximo
Escoge entre salir a correr, caminar a paso vigoroso, pedalear (incluso si es sobre una bicicleta estática) o cualquier otra actividad física, por lo menos 35 minutos continuos. Si por alguna razón nos puedes hacer ejercicio físico, es una excelente idea arreglar el closet, gavetas o carpetas de documentos. Hacer el jardín u otra actividad que permita que la mente se concentre en la tarea que está realizando.
3. Baño caliente con música
Llena la bañera con agua caliente y sales marinas, colocas música relajante y sumérgete en el agua. El cansancio previo provocado por el deporte o actividad anterior y la música te facilitarán la desconexión. Con diez a quince minutos será suficiente.
4. Rompecabezas con infusión
Prepara una infusión relajante y empieza a hacer un rompecabezas o puzzle, que no sea muy complicado, pero de un mínimo de 300 piezas. Para hacerlo, quieras o no, tendrás que concentrarte en las piezas. Cuando lo termines, verás cómo ha cambiado tu colapso emocional.
5. La respiración
Esta preciosa herramienta, se ha utilizado desde hace milenios como soporte de la meditación, desarrollo y adiestramiento de la mente, así como para tranquilizarse e interiorizarse. Lo ideal, es tomar una posición estable del cuerpo, con el tronco y la cabeza erguida sea sentado sobre un cojín en el suelo o en una silla. Tras estabilizar la posición, se realiza el ejercicio durante diez a quince minutos, que consiste en concentrarse en el movimiento de la respiración.
Respirando con toda normalidad, sin engancharte en los pensamientos, dejando que pasen. Cada vez que te distraigas y te descubras analizando ideas, regresa al enfoque, que en este caso es la respiración. Dirige tu atención a la inhalación y a la exhalación. Al principio, te costara realizarlo, pero a medidas que implementes esta técnica en tu rutina, te sorprenderá los beneficios que obtendrás.
Te invitamos a visitar nuestro Directorio de Servicios Profesionales por País, donde encontrarás información valiosa para ti.