No siempre es fácil darte cuenta, si tu hijo está listo para asistir al preescolar. Los niños se desarrollan a su propio ritmo y a su manera. Algunos, pueden estar preparados a los 18 meses, mientras que otros, necesitan cumplir hasta 3 o 4 años. El estar capacitado, tiene que ver con su nivel de desarrollo, más que con la edad.
Es muy importante que te preguntes si tu hijo está social, emocional, física y cognitivamente apto, para participar en un programa educativo diario.
Los beneficios de la educación infantil en preescolar son innumerables, pero si tu niño le cuesta mucho adaptarse a los nuevos ambientes y personas, además, de tener problemas de inseguridad; deberás apoyarlo y esperar el momento propicio. De ser necesario, buscar ayuda profesional.
Las siguientes preguntas te ayudarán a determinar si tu hijo está listo para entrar al preescolar:
1. ¿Es independiente? ¿Pasa algún tiempo separado de los padres? ¿Puede separarse de ti algunas horas?
Es importante que tu hijo haya desarrollado ciertas habilidades básicas, como comer sin ayuda y dormir solo. Asimismo, si ha crecido siempre bajo el exclusivo cuidado de los padres o el de los abuelos, es más difícil que se adapte a quedarse solo en el preescolar. Los niños que están acostumbrados a separarse ocasionalmente de los padres, o abuelos, según el caso, les cuesta menos adaptarse.Prepara pequeños paseos a museos interactivos, parques, u otros sitios de recreo para niños e invita a familiares y, amigos con otros niños de su edad, para que comience a relacionarse con otros lugares y personas.
2. ¿Tu hijo juega solo?
Debe ser capaz de concentrarse y realizar un dibujo, hacer figuras con tacos o plastilina, armar un rompecabezas u otra actividad por sí mismo; sin la supervisión directa o el apoyo de un adulto. Si no puede hacerlo, intenta ayudarlo a desarrollar esas habilidades, estimulándolo a trabajar en una actividad de 5 a 10 minutos, sin que estés presente en la habitación, siempre cuidándolo por supuesto.
3. ¿Participa en actividades grupales?
Aun cuando esta habilidad se desarrolla en el preescolar, debe estar listo para comenzar. Debe ser capaz de poder sentarse en círculo y escuchar a la maestra y a otros niños, y de seguir el relato de historias y actividades presentadas en un grupo.
Si tu hijo no está acostumbrado a las actividades en grupo, lo puedes llevar a escuchar cuentos a una biblioteca o inscribirlo en una actividad que incluya compartir con otros niños.
4. ¿Tiene un horario regular?
Si tu hijo no tiene una rutina diaria, debes empezar a establecer un horario para sus comidas, dormir, jugar, y tomar el baño. Los preescolares tienen horarios determinados para las actividades. Los niños tienden a sentirse más cómodos y seguros cuando tienen una rutina que se repite todos los días.
5. ¿Puede adaptarse al cronograma del preescolar? ¿Está preparado físicamente?
Si tu hijo todavía duerme mucho por la mañana o no le agrada realizar diversas actividades matutinas, es posible que no esté listo para ir al preescolar.
Es importante considerar cómo y cuándo tu hijo necesita dormir la siesta. Si todavía necesita una siesta a media mañana, posiblemente no sea el momento de ir al preescolar. Lo puedes ayudar a que se mantenga despierto hasta después del mediodía, si te aseguras que duerma bien por la noche.
6. ¿Por qué quieres que vaya al preescolar?
Estudios demuestran que aun cuando son innumerables los beneficios de asistir a un preescolar, por el aprendizaje que adquiere el niño. No es menos cierto, que el desarrollo de los niños florece, cuando los cuida alguien a quien realmente les preocupa su bienestar y se asegura de que realicen una amplia variedad de actividades apropiadas para su edad. Es decir, los niños no necesitan exclusivamente, estar inscritos en una escuela preescolar para estimular su aprendizaje.