En bebés dormir mal ocasiona llanto fácil y continuo, irritabilidad, mal humor, problemas de alimentación y crecimiento. En edad escolar, los niños que duermen mal, suelen tener mala conducta, bajo rendimiento, inseguridad, timidez y mal carácter. Asimismo, los padres se ven realmente afectados.
Los trastornos del sueño más frecuentes son:
- Balanceos. Movimientos de cabeza y cuerpo, antes de dormirse o durante la fase del sueño ligero. Son habituales en los bebés entre los 9 meses y los 2 años para conciliar el sueño. En principio, no constituye una preocupación importante. Si los balanceos son muy bruscos hay que tomar medidas para que el niño no se lastime.
- Insomnio infantil. Es la dificultad para mantener o conciliar el sueño. Según algunos especialistas en la materia, en más del 90% de los casos, obedece a malos hábitos del sueño, como la falta de un horario para dormir, exceso de estímulos antes de ir a la cama, -juegos, televisión- o la toma de exceso de alimentos antes de dormir. En algunas ocasiones su origen obedece a factores psicológicos o emocionales que le impiden dormir como la llegada de un hermanito, cambio de colegio, e inicio de guardería, entre otros.
- Sonambulismo. Un alto porcentaje de los niños que sufren de sonambulismo tienen algún familiar con antecedentes. Suele ocurrir entre los 10 y los 14 años y raramente antes de los 5. El niño se levanta de la cama a las 3 o 4 horas después de haber iniciado el sueño y se pasea por la casa con movimientos torpes y sin dirección clara. Llévalo a su cama de nuevo, sin necesidad de despertarlo. Por lo general este trastorno es leve y desaparece con la edad.
- Somniloquia. Es la costumbre de hablar dormido. Está relacionado con estados de tensión emocional y ocurre con mayor frecuencia en niños muy nerviosos. Afecta a niños entre 3 y 10 años. Por lo general desaparece con el tiempo.
- Bruxismo. Es el nombre técnico con el cual se conoce el acto de rechinar de los dientes. No es grave, pero se debe acudir al odontólogo para evitar daños en la dentadura.
- Ronquidos. Son provocados, en la gran mayoría de los casos, por apnea obstructiva del sueño, una enfermedad que provoca pausas en la respiración mientras se duerme debido a una obstrucción en las vías respiratorias. Consulta al especialista.
- Terrores nocturnos. Suelen aparecer entre los 2 y 3 años, en la primera mitad de la noche, el niño se incorpora bruscamente con los ojos abiertos y con claros signos de pánico. Sin embargo, está totalmente dormido y al día siguiente no lo recuerda. Es conveniente acompañarlo hasta su cama. En principio no es motivo de preocupación.
- Pesadillas. Frecuentes entre los niños de 3 y 6 años. Las pesadillas ocurren por lo general en la segunda mitad de la noche. El pequeño se despierta angustiado, recordando lo que ha soñado. Puede ocurrir de forma aislada o repetirse durante un tiempo. Se asocia a momentos o etapas de inquietud del niño.