¿Cómo lograr que se siente a hacer las tareas? ¿Qué hago para que no se levante mientras come? ¿Hay alguna manera de ayudarle a mejorar sus trabajos? ¿Qué hago para que me escuche?. Si tienes un hijo con hiperactividad, con certeza te has formulado estás y otras interrogantes.
La Hiperactividad Infantil es un trastorno de conducta de origen neurológico, que suele afectar más a los niños que a las niñas. Los niños hiperactivos tienen una inteligencia normal y se mueven continuamente. El principal trastorno de los niños hiperactivos es el llamado «Déficit de Atención».
Síntomas que presentan los niños hiperactivos:
- Son muy distraídos y no escuchan cuando se les habla. Les cuesta concentrarse, no mantienen la atención cuando es necesario.
- Le cuesta relacionarse con otros niños debido a que siempre está cambiando de juego, no respetan los turnos y no siguen las reglas del grupo.
- No son capaces de mantenerse jugando el mismo tiempo que los compañeros de su misma edad; se cansan y quieren empezar juegos nuevos.
- Es muy común que no obedezcan las órdenes o que no hagan las tareas que se les pide.
- La mayoría tienen dificultades en el aprendizaje, obtienen un bajo rendimiento escolar, son torpes para escribir o dibujar, y tienen dificultad para memorizar y generalizar la información.
- Son desorganizados y suelen hacer los trabajos con una baja calidad.
- Actúan de forma inmediata sin pensar en las consecuencias, están inquietos con las manos y los pies, y no pueden estarse quietos. Siempre están en continuo movimiento son muy impulsivos.
- Están continuamente levantándose cuando debería estar sentado, por ejemplo, en la clase o a la hora de comer.
- A menudo pierden objetos o los olvidan.
- Son desobedientes y su comportamiento provoca las quejas continuas de sus maestros.
Causas de un niño hiperactivo:
A pesar de que se trata de un trastorno frecuente en los niños, todavía no se conoce con certeza el origen de la hiperactividad. Algunos expertos consideran que la poca atención se debe a un retraso en el desarrollo del cerebro, aunque esto no está demostrado. Otros afirman que la causa del exceso de movimiento está en factores hereditarios y, finalmente, los hay que se inclinan por un daño mínimo en las estructuras cerebrales, que no pueden descubrirse con los métodos de diagnóstico que existen hoy en día. La opinión más generalizada entre los expertos es que hay varios factores que interactúan de forma conjunta.
Tratamientos:
En la actualidad, hay tres: el educativo, el psicológico y el farmacológico.
Educativo: una manera efectiva de modificar el comportamiento del niño es a través de la ayuda educativa con premios y castigos, muy bien implementados.
Psicológico: los padres juegan un papel fundamental, ya que ante todo han de crear un ambiente familiar estable, con unas normas conocidas y explícitas. Las técnicas psicoterapéuticas que se aplican están destinadas a mejorar el ambiente familiar y escolar, favoreciendo una mejor integración del niño, a la vez que se le aplican técnicas de modificación de la conducta.
Farmacológicos: los medicamentos que se utilizan son un apoyo, mientras se combinen con procesos de enseñanza para que el niño aprenda a regular su conducta.
El objetivo principal es reducir su impulsividad e inquietud motriz y aumentar su atención, que son la fuente de sus principales problemas. Las corrientes psicopedagógicas conductista y cognitivista ofrecen diversas estrategias para tratar la hiperactividad. La corriente conductista centra su atención en cómo el ambiente en el que se mueve el niño (la familia, los profesores, etc.) interactúa con él para, manejando esta interacción, modificar las formas de comportamiento. La corriente cognitivista actúa directamente sobre el niño enseñándole a ejercer su propio control a través del entrenamiento en estrategias.