Comparto este artículo contigo para inspirarte a que no postergues tus sueños. Hice esto durante un tiempo, pero ya es hora de ir por ese gran anhelo que tengo de hacer un viaje a Roraima. Lo que aquí comparto te servirá para tu propia vida, así que sigue leyendo.
Uno de mis sueños que había pospuesto
Con frecuencia digo «la felicidad es de valientes» y así lo creo y en general lo vivo. Sin embargo, había este gran anhelo que había estado postergando. Se trata de hacer una ruta de senderismo a Roraima, el lugar más antiguo del planeta. Ha estado en mi lista de sueños un tiempo y los últimos 4 años por una razón u otra lo había pospuesto. Habían «buenos» motivos pues, siendo que es en Venezuela, sentía que las condiciones no estaban dadas para ir.
Luego llegó el gran desafío de la pandemia que ha agregado obstáculos a nuestra vida. Sin embargo, un día sentí que mi alma me pedía con mucha fuerza hacer este viaje. Y si algo nos han enseñado esos dos años es que las cosas cambian de un día para otro. Así que a pesar de que desde el punto de vista lógico no es el mejor momento, decidí cumplir mi anhelo.
¿Tienes sueños que has estado postergando?
Ahora enfoquémonos en ti. Pregúntate ¿cuántos sueños he estado postergando? ¿Qué pasaría si mañana ya no estoy aquí? Incluso tal vez tengas que revisar si tienes una lista de sueños, esas cosas que harían de tu existencia algo más maravilloso aún. Si no tienes lista de sueños, creo que tienes trabajo por hacer. Pues si bien puedes haber ya alcanzados muchos de tus anhelos, siempre hay cosas nuevas y maravillosas por vivir. Eso le agrega alegría y motivación a tu vida.
Por otra parte, en tiempos tan complejos como los que hemos estado viviendo, a veces nuestra visión de la vida se reduce y sólo sentimos que estamos para sobrevivir o sobrellevar lo mejor posible las circunstancias. Sin embargo, creo que es una prueba para nuestro poder creador, esa chispa de Dios que está en cada uno de nosotros. Sólo si recordamos que somos seres poderosos y que nuestra vida sigue estando en nuestras manos es posible ir detrás de esos sueños.
¿Qué hacer para hacer realidad los sueños?
Este momento es de grandes desafíos -no sólo desde el punto de vista de circunstancias externas- también es uno de los años donde no he producido lo que estaba acostumbrada y ha habido muchos desembolsos imprevistos. En resumen, financieramente hablando, podría decir que no es el tiempo adecuado. Sin embargo, lo estoy haciendo y quiero contarte qué he hecho para mover la energía y así materializar este gran sueño:
1.- Hazle caso a tu intuición. Hay un punto de sabiduría dentro de ti y siempre te lleva a donde tienes que estar.
Tu intuición te guía en tu camino de vida y evolución; así que sigue ese llamado, ¡óyete! Tu mente lógica puede decirte que no puedes. Ese es un viejo condicionamiento tomado como cierto, pero no es así, eres un ser poderoso.
2.- Decide.
Tomar la decisión de cumplir tu sueño es un reto, te enfrentas a tus dudas, a ese «no puedo» que te menciono en el punto anterior. Pero la decisión es una energía que surge dentro de ti, una fuerza que es el motor para que a partir de allí se muevan las cosas a tu favor, en dirección de esa decisión. Entonces el proceso es el siguiente: siento, decido y hago. Muchas veces, las personas hacen lo siguiente: veo las circunstancias y dejo que estas me digan si puedo lograr eso que sueño. Es decir, la decisión no viene de adentro de mí sino del entorno.
3.- Da el primer paso, aunque el panorama no esté claro.
Cuando decidí hacer este viaje, sin saber si tenía la inversión completa para hacerlo, hice lo siguiente: saqué mis zapatos de trekking. Tenía algunos años que nos los usaba, son los que debo llevar a esta aventura. Empecé a subir al Ávila (un cerro en Caracas empinado). En la medida en que subía imaginaba que estaba haciendo el recorrido en el Roraima. En ese momento, sabía que quería ir, pero no sabía cómo lo lograría. Y estos pasos con estos zapatos eran mi acto de fe y mi movimiento emocional, físico y energético para que se abrieran los caminos.
4.- Enfrenta tus miedos.
Tus sueños siempre van a traer consigo miedos porque tus anhelos te sacan de tu zona de confort. No hay manera de seguir en tu espacio de comodidad y cumplir sueños. Así que, aunque los miedos sean incómodos, hay que encararlos. Te dejarán un gran aprendizaje. En mi caso, mis miedos tenían que ver con la parte financiera y si tendría las condiciones físicas para hacer este recorrido que es tan exigente. ¿Cómo los enfrenté? Di el anticipo requerido. Y en referencia a las condiciones físicas, me entreno. Estoy además nutriéndome mejor para ayudar a mis rodillas que a veces se sienten por las subidas y bajadas.
Esta historia está en desarrollo, así que espero contarte más en otros artículos. Mientras, de todo corazón deseo que mi experiencia te inspire a ir detrás de tus sueños. Recuerda, ¡Tú puedes!
