Ahhh, el amor y las relaciones amorosas… las anhelamos, pero también las sufrimos. Tenemos muchas ideas y costumbres equivocadas con respecto a amar. Eso es lo que dificulta nuestras relaciones de pareja. Una de ellas es que cuando estamos enamorados la relación es nuestra prioridad. En este artículo quiero compartir contigo mi experiencia al respecto.
Una historia sin un final feliz
Una chica maravillosa, con actividades que la alegran conoce a un hombre. El chico está bien, es encantador. Ellos encuentran el amor y así comienzan una bonita relación.
Con el transcurrir del tiempo, la chica va sintiendo algunas inseguridades o tal vez el chico se va
volviendo más posesivo. Entonces ella deja de ir al gimnasio o de hacer las actividades que le daban disfrute, se enfoca más en querer complacer los deseos de su pareja. Eso le hace feliz momentáneamente, pero luego se van generando vacíos internos. También va creciendo una sensación de injusticia porque ese «sacrificio» que hace por la pareja, no es compensado por el ser amado.
Así transcurre el tiempo y cada vez más la mujer de esta historia va perdiendo su brillo. Se da cuenta que
se ha perdido dentro de la relación. Está en una disyuntiva, porque no quiere que la relación termine, pero tampoco que ella no pueda ser quien quiere ser.
Puede ser que esta relación no termine y que esta situación se alargue, pero de igual manera, la experiencia no es feliz. En mi criterio, esto es apego.
Por supuesto que esto es un ejemplo, porque lo mismo puede ocurrir si los géneros se intercambian.
Amor y apego no son lo mismo
A veces cuando amamos tanto a otro ser, lo ponemos en un pedestal. Si no tenemos una autoestima fuerte, tememos perder eso maravilloso que hemos logrado. Entonces empezamos a ceder en la relación para complacer al otro.
Sentimos que nuestra vida no tendrá el mismo sentido sin esa persona especial. Así que nos apegamos a esta persona y hacemos lo que sea para seguir en la relación. Lo grave de esto es que cuando somos más fiel a otro que a nosotros, dejamos de ser felices.
El amor por supuesto que es sano y maravilloso. Cuando la relación tiene potencial, la negociación es valiosa para aclarar diferencias y llegar a acuerdos.
Ahora, esa negociación en ningún caso puede transgredir valores importantes o espacios que son los que le dan sentido a la vida de esa persona.
Por el contrario, este tipo de apego es insano y destructivo. Está basado en la inseguridad y el temor, se parece más a depender del otro. Además, puede ser capaz de obligar a que una persona se traicione a sí misma, a sus valores y acepte hacer cosas que verdaderamente no quiere.
Fortalecer la autoestima clave para evitar el apego
El sentido de amor propio es imprescindible para una relación sana. Es esa experiencia de sentir que tu vida está bien y que no necesitas estar en una relación para ser feliz. Nuevamente, esos viejos cuentos, como el de la media naranja, son ideas equivocadas que nos hacen mucho daño. Estar en una relación sana significa que amas a la persona con quien estás, pero también te amas a ti. Estás comprometido con la relación y también contigo y tu felicidad. Por tanto, no traicionas ni tus valores, ni las cosas que son verdaderamente importantes para ti.
Los cambios en tu rutina de vida, son producto de un acuerdo con tu pareja. En ningún caso, los cambios vienen ni de la imposición ni del temor a perder esa relación. Allí está la diferencia.
Tips para evitar vivir el amor sin apegos
1.- Ser honesto desde un principio.
Cuando tienes una autoestima fuerte, no te da miedo mostrarte como eres, incluso con tus puntos oscuros ni tus manías.
También te atreves a hablar claramente sobre las cosas que te gustan y lo que estás dispuesto a hacer dentro de una relación. Tienes la certeza de que si te va a querer va a hacerlo con todo lo que tú eres. Y también puedes ver desde un comienzo, antes de comprometerte más emocionalmente, si la otra persona es compatible contigo y tienen suficientes cosas en común.
2.- Comenzar de nuevo con tu pareja.
Si ya tienes tiempo en la relación y te das cuenta que te has perdido en ella, es tiempo de tomar acción. Evalúa la relación para ver si realmente tiene cosas buenas que rescatar o es una relación tóxica.
En el primero de los casos, encuentra tu fuerza interior para ir por encima de tu miedo y hacer acuerdos donde sientas que ambos ganan. Renegocia los tiempos, las tareas y actividades que hacen juntos. Si te das cuenta que esa relación no es buena para ti, aunque haya amor, ojalá encuentres la fortaleza para terminarla.
3.- Fortalece tu autoestima.
En cualquier etapa de la relación, es importante que sepas lo mucho que vales. Ese amor propio va más allá de tu edad, peso, condición física o situación económica. ¡Es un regalo que alguien te tenga en su vida!
Cuando te amas, la relación contigo y la relación con tu pareja tienen un mejor balance. Te atreves a ser siempre honesta(o) y también a pedir lo que te hace feliz. Claro el amor por el otro hace que no seas una persona egoísta, sino que busques la felicidad de ambos y el equilibrio.