AutoestimaDesarrolla tu Autoestima

Necesitamos hacer las paces con nosotros mismos

No sé si lo has notado pero gran parte del sufrimiento que llevamos a cuestas es por entrar en conflicto con nosotros mismos. Nuestra cabeza nos inflige constantemente culpas, culpas constantes las cuales no nos permiten ser libres y vivir la vida como la deseamos vivir, con sus altas y bajas.

No tardas en salir, disfrutar de un helado para que tu cabeza te diga que no te lo comas, que te vas a engordar, que te hará daño, etc. A lo que tú respondes con miedo y quedas castigado bajo lo que dice tu cabeza. No tardas en salir a explorar tu vida, a celebrar y tu cabeza te dice que es malo. No tardas en dormir porque tu cuerpo necesita descanso y tu cabeza te dice que no, que debes trabajar, que qué haces allí acostado, que salgas a hacer algo productivo.

Entonces sales corriendo de tu cama y vas a trabajar, o a limpiar el carro, la casa, lo que sea con tal de quitar el remordimiento de consciencia que sientes y cuando lo haces, no tarda tu cabeza en decirte que estás trabajando mucho, que nunca disfrutas.

La verdad es que al escuchar nuestra cabeza y dejarnos llevar por todo lo que nos dice, estamos en guerra con nosotros mismos. Por alguna razón se siente como si todo lo que hiciéramos está mal. Antes de hacerlo, la cabeza nos dice que lo hagamos y cuando lo hacemos, nos dice que está mal.

Entonces, entramos en guerra con nosotros mismos y así créeme es muy difícil que llegue el amor propio y la aceptación.

¡Imagínate cómo te puedes amar, si todo lo que haces lo haces mal y cómo puedes amar a otros si utilizas la misma cabeza para determinar lo que los otros hacen!

Estos pensamientos que has dejado que dirijan tu vida creen que tienen el control sobre la misma. Parecen un detective en busca de errores que no descansa en encontrarlos una y otra vez y tú le sigues.

“Es el momento de honrar mi ser, soltar la culpa y ser mi mejor amigo”. Diana Fernández.

Sé que a veces suena muy cómico como nos dejamos llevar a merced de todos los pensamientos que ocurren en nuestra cabeza, pero la realidad es que, si no paramos de escucharla, seguiremos en constante conflicto todo el tiempo.

Si reímos está mal, si lloramos está mal. Si sentimos placer está mal, si sentimos dolor está mal. Este es el sufrimiento, no es lo que hacemos o sentimos sino todas las etiquetas emocionales y juicios que le agregamos a esto.

Lo que sucede es que nuestra cabeza simplemente está en un juego entre el deseo, la resistencia y tú, si te dejas llevar por ella, estás atrapado en su juego. Nuestra cabeza cree que no seremos capaces de tomar decisiones correctas y no nos deja crecer. Es como esos padres sobre protectores que no dejan que sus hijos tomen decisiones solos porque no serán capaces. Así es tu cabeza.

Así que es el momento de hacer las paces contigo mismo y RESPALDAR todo lo que haces, sientes, vives, experimentas, dices. ASÍ ES TOTALMENTE. Como cuando creces y dices ahora puedo ser independiente y si me caigo, aprenderé y me levantaré, pero respaldaré mi ser totalmente.

Aun si cometes errores, los tendrás que aprender, recuerda que el verdadero aprendizaje nunca va antes de la experiencia, va después. Luego puedes actuar diferente, pero mientras has decidido hacer algo, respáldate a ti mismo.

No con tu cabeza sino sumergiéndote totalmente en la acción que estás realizando, viviéndola al máximo, por pequeña que sea. Y si tu cabeza aparece con sus comentarios, simplemente la observas en silencio y continuas con tu acción. Cuando la observas en silencio notaras que una presencia más grande que tu cabeza comienza a tomar control de tu vida. Te comienzas a liberar.

Así que, si te comes un helado, deja las teorías, los miedos a un lado y disfrútalo totalmente y déjalo ir. Si estás descansando, vívelo totalmente y déjalo ir. Si estás trabajando, vívelo totalmente y déjalo ir. Si estás celebrando, vívelo totalmente y déjalo ir. Si estás llorando, vívelo totalmente y déjalo ir. Si estás riendo, vívelo totalmente y déjalo ir. Cuando vives haciendo las paces contigo mismo eres libre. Vives y dejas ir. No cargas recuerdos ni expectativas porque cada momento tiene su intensidad, su color, allí estás viviendo realmente, tal vez por primera vez.

Es un camino de evolución, no de perfección.

El verdadero camino espiritual no busca que seas perfecto, eso es de la cabeza con sus miles de complicaciones. El verdadero camino espiritual busca que seas tú, en tu totalidad, que te acompañes en tu camino ahora y siempre.

Diana Fernández.

Coaches Espiritual de Vida y Energético
Soy Coach Espiritual, de Vida y Energético. He profundizado mi camino de aprendizaje educándome como Maestra de meditación, Coach de Vida, Coach estratégica intervencionista, Coach de relaciones interpersonales, terapeuta de reiki, terapias con ángeles, estudiante de prácticas Zen, Mindfulness, Un Curso de Milagros, danza terapéutica y muchas otras disciplinas espirituales. Te brindo profundos programas destinados a vivir en total plenitud, de adentro hacia afuera, logrando el bienestar integral de cada ser.
×
Coaches Espiritual de Vida y Energético
Soy Coach Espiritual, de Vida y Energético. He profundizado mi camino de aprendizaje educándome como Maestra de meditación, Coach de Vida, Coach estratégica intervencionista, Coach de relaciones interpersonales, terapeuta de reiki, terapias con ángeles, estudiante de prácticas Zen, Mindfulness, Un Curso de Milagros, danza terapéutica y muchas otras disciplinas espirituales. Te brindo profundos programas destinados a vivir en total plenitud, de adentro hacia afuera, logrando el bienestar integral de cada ser.

Únete a la conversación con TuEstima, te invitamos a compartir este artículo.

Artículos Destacados

También Recomendamos

También puede interesarte